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INTEGRACION DE LA CORONA Una corona normal se presentar continua en toda su trayectoria, pero en algunos casos se puede encontrar "partida" en alguna zona por la presencia de signos como lagunas, rayos solares u otros. Por ejemplo, si se da el caso de que un rayo solar rompa la corona, la importancia diagnóstica seria mucho mayor que si no la rompe. Zona de secreción glandular Mediante la observación de esta zona, podemos hacer una valoración del estado de toxemia corporal, es por esta razón que suele estar más pigmentada que el tejido más periférico. Es una zona estrecha, pero bastante rica en signos. La proximidad de los signos a la corona nerviosa, indicarán en cierto grado la profundidad del desequilibrio metabólico o lesional. Cuando en esta zona aparecen signos de importancia, indicarán una tendencia hacia las alteraciones de la función endocrina. En esta zona se observarán pigmentaciones interesantes. En la parte inferior, entre las 5 y las 7 horas aproximadamente, podemos hallar lagunas o criptas correspondientes al páncreas endocrino (islotes de Langerhans) que nos pueden confirmar una diabetes mellitus. En estos casos, muchas veces se acompañará de una coloración pardo-rojiza bastante característica de la toxemia diabética, que veremos en capítulos posteriores. Zona linfática o de circulación periférica Esta zona está situada en penúltimo lugar y separada del borde periférico con la esclerótica por la zona de piel y mucosas. Se denomina también como zona linfática, ya que en ella encontramos un signo característico, el rosario linfático. Esta zona representará la microcirculación y especialmente el estado de la circulación linfática. Normalmente los copos del rosario linfático van desde la coloración blanca a la amarilla, dependiendo del tipo de iris en que se encuentren. Pero, en algunos casos, estos copos presentan una notable pigmentación, del mismo color que la toxemia acumulada en la parte central del iris. En casos de que se adquieran tonalidades grisáceas o que se presenten como descoloridas, pensaremos en la posibilidad de que se deba a la ingestión crónica de algún medicamento o a una intoxicación externa de tipo similar. La indicación general del rosario linfático es la congestión linfática, pero tenemos que recordar que en algunos casos como la tipología hidrogenoide, este signo indicará más una tendencia patológica general. Coloración de los copos: Normalmente, como he comentado antes, el rosario linfático va del color blanco al amarillo, indicando que la congestión linfática es de tipo endógeno, o sea, independiente a los hábitos alimenticios de la persona. Cuando los copos son pigmentarios, especialmente si son del color de la pigmentación central (zona gástrica), estaremos ante un acúmulo linfático de tipo exógeno, el cual será más modificable por unos hábitos de vida, sobretodo alimenticios, más correctos. Estuctura en colador: Al igual que los demás signos circulares, cuanto más perfecta sea la circularidad de estos, mejor pronóstico tendrán y viceversa. Entenderemos como pérdida de circularidad, los signos que se presenten con formas ovaladas e irregulares. Las ovalizaciones y deformaciones en general, indican en cierto modo una alteración en el equilibrio nervioso del organismo. Es por eso que se les atribuye paralelamente, una tendencia a procesos neuróticos o psicóticos. Zona de piel y mucosas Es el último anillo del iris y ha sido denominado por muchos autores como "cerco de costra". Lo denominaban así porque opinaban que aparecía tras la supresión de la costra láctea, y de las erupciones que se producen frecuentemente en los niños de corta edad. En principio, si la piel es normal y saludable, este reborde no aparece o es de escasa importancia. Si suprimimos las erupciones cutáneas, este anillo aparecerá con mayor facilidad. La presencia de un anillo oscuro, amplio o pigmentado, o bien una zona de transición translúcida muy ancha, indicarán una disfunción de la piel. Como comenté, los anatomistas admiten que la presencia en esta zona de una pigmentación más oscura, es un hecho fisiológico normal, ahora bien, el grado de oscurecimiento y su amplitud es lo que debemos valorar. Cuando observemos esta zona, haremos incidir el haz de luz por el mismo lado que estemos observando el anillo cutáneo, ya que puede haber alteraciones en la correcta observación. Decoloración de la zona cutánea: La falta de pigmento en esta zona, normalmente se observa en personas ancianas, indicando un estado de deficiencia cutánea por falta de vitalidad. Estructura en colador: En ocasiones observaremos en esta zona, numerosas lagunas pequeñas que parecen agujerear el iris. No es muy frecuente, pero al tratarse de un signo de debilidad estructural, nos indicará una deficiencia de la piel, cuya gravedad deberá de valorarse mediante la amplitud del oscurecimiento. Diferente intensidad en la pigmentación: En esta zona encontraremos zonas más anchas o más estrechas, o zonas más pigmentadas que otras. Todo ello nos indicará hacia los sectores donde este signo tiene más importancia. Así, una zona cutánea amplia por la parte inferior, nos indicará la necesidad de derivar la circulación hacia los órganos inferiores y estimular en la parte baja abdominal y piernas la eliminación cutánea. |
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