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En la iridología, a parte de ver los signos concretos como son las lagunas, las criptas, los rayos, etc; tenemos que valorar primero el iris de forma general, fijándonos en los grados de vitalidad, pureza y debilidad del iris y el estado de la patología. Grado de vitalidad Nos vendrá dado por la densidad de las fibras que forman la trama iridiana. Cuando más compactas estén las fibras, mayor es el grado de vitalidad del iris y si se encuentran separadas nos mostrará lo contrario. Por ejemplo cuando las fibras se aflojan aparecerán las lagunas y cuando estas se contraen en exceso aparecerán rayos, que nos indicarán excitación e irritación nerviosa. Grado de pureza Será determinado por el color de la trama, que veremos más adelante cuando estudiemos las diferentes constituciones, ya que en cada una de ellas será diferente. Grado de debilidad Nos vendrá dado por el color que presentan los signos. Cuando más aguda sea la patología más claros se nos presentarán los signos y a medida que se vaya cronificando más se van a oscurecer. Estado de la patología Lo podremos ver mediante dos tipos de signos distintos: Signos en hueco: Nos indica una deficiencia y por lo tanto lo tendremos que llenar, nutrir o estimular. Signos en relieve: Nos indicará un exceso y por lo tanto lo tendremos que drenar, vaciar o depurar. Es el caso por ejemplo, de los copos o las manchas, que nos indicarán una intoxicación metabólica. Limitaciones La iridología no es la panacea, aunque sí hay datos de diagnóstico que solamente pueden obtenerse mediante el examen del iris, como la calidad de la constitución. Como ya he mencionado en el primer tema es muy importante realizar un buen historial clínico del paciente y no quedarnos sólo con el diagnóstico iridológico. No es la respuesta a todas las preguntas, ya que no nos revela la enfermedad exacta, pero sí la manifestación de signos del proceso seguido por un órgano en el desarrollo de la patología o la tendencia constitucional del enfermo. La manifestación de un signo, no siempre implica que el paciente manifieste la patología. Tampoco se registran en el iris las operaciones quirúrgicas con anestesia; ya que ésta impide la transmisión del impulso nervioso a las fibras ópticas. Tampoco nos va ha determinar el estado psicológico exacto de una persona, pero sí nos dará gran información sobre el campo emocional. Esto será muy importante, ya que muchísimas patologías orgánicas nacen de un estado emocional inadecuado (preocupaciones excesivas, estrés, ira contenida, etc.) Con la iridología tampoco se puede detectar el agente patógeno exacto de una infección. Algunos medicamentos pueden perturbar las cadenas metabólicas y modificar la acción de los neurotransmisores, dificultándonos el diagnóstico. Los medicamentos de uso más habitual que interfieren son: anestésicos, analgésicos, neurolépticos, ansiolíticos, hipnóticos, corticoides y antibióticos. |
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